Muchas personas se refieren a diciembre como el mejor mes del año pues disfrutan todo lo relacionado con el ambiente navideño, para otros, sin embargo, esta época es sinónimo de más estrés, por la presión de concluir el trabajo y librarse unos días de la carga laboral. Así como a comienzos de año se empieza planeando nuestras actividades y metas laborales es esencial que al final del año podamos revisar qué tareas logró cumplir este año y cuáles no.
En los casos en que no se registra alcance de logros o se dan cuenta que muchos de sus desafíos quedaron inconclusos, es cuando se comienza a experimenta angustia y frustración porque no consiguieron un aumento, porque no cambiaron de trabajo, porque sus contratos terminan u otros factores.
Además hay empleados, que tienen un nivel de exigencia muy alto y cuando valoran su desempeño en el año, llegan a la conclusión de que pudieron ser más competitivos. Eso provoca que, en lugar de hacer un alto para ver cómo cumplir mejor sus metas, busquen llenarse de más actividades para sentir que son indispensables en su organización, por lo cual año tras año experimentan un sentimiento de descontento y frustración.
Por lo mismo, es importante que los directivos planteen tareas que se puedan ejecutar a corto plazo, de forma de no alimentar falsas esperanzas. Pero principalmente tener y contagiar una visión positiva para el otro año a sus trabajadores.
Si bien son síntomas que se despliegan a nivel personal, suelen repercutir directamente en las organizaciones. Las señales más frecuentes son sensación de ansiedad, de irritabilidad, dificultad para concentrarse, baja de ánimo, mal humor, mayor cantidad de errores en su desempeño, apatía o falta de interés por el trabajo. También existen algunas señales más ligadas a ritmos fisiológicos como problemas para dormir, fatiga, dolores musculares, de cabeza o problemas estomacales
¿Cómo podemos actuar?
· Es necesario que los jefes estén alertas a la forma de interactuar de su equipo de trabajo, utilizar el buen humor y la comunicación para resolver problemas.
· Celebrar los logros del equipo de trabajo con reuniones de camaradería o fiestas de fin de año ya que sirve para integrar y motivar al equipo.
· Organizar las tareas y actividades en base a prioridades, evitar la sobrecarga de trabajo, distribuir mejor los horarios y hacer descansos breves
· Es importante que la empresa no estimule la idea de ‘fin de año' asociada a la concluir todas las tareas dispuestas , sino lograr asociarlo con bonos de rendimiento, ofrecer horarios flexibles y organizar celebraciones de fin de año dentro de las oficinas.
· Se recomienda organizar un calendario para que los colaboradores sepan cuáles objetivos cumplir y qué otros se pueden necesitar de mayor tiempo para ser cumplidos.
Conclusiones
Tener personal estresado en una organización trae como consecuencias bajos resultados en la empresa, por lo tanto es importante actuar rápidamente frente a personal cansado como lo vimos en el artículo anterior.
Es por eso, que los jefes deben cuidar el impacto de la ansiedad y el estrés en el equipo, porque esto se traduce en una empresa estresada, que se vuelve menos eficiente y más riesgosa, situación que incide tanto en sus resultados, como en la imagen que sus clientes perciben.
Si el jefe deja todo a última hora tendrá como resultado a empleados ansiosos que laborarán en estas fechas "sólo por cumplir", por lo tanto este patrón se repetirá por todo el año que viene. En cambio si el jefe calendariza las entregas y previene las funciones que requerirán una carga laboral extra en esta temporada, puede lograr mejores resultados porque sus empleados saben que, una vez cumplidos los objetivos trazados, tendrán el incentivo del descanso. Así lograremos que la ansiedad no se traslade de la empresa al empleado, ni viceversa.
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